viernes, 14 de septiembre de 2012

Aye-aye

Los aye-ayes (Daubentonia madagascariensis) solo se encuentran en la isla de Madagascar. Puede que a primera vista estos extraños animales no parezcan primates, pero están emparentados con chimpancés, simios y humanos.
Los aye-ayes son de color negro o marrón oscuro, y se distinguen por su tupida cola, que es más larga que su cuerpo. También se caracterizan por tener ojos grandes, dedos finos y orejas sensibles de gran tamaño. Los aye-ayes tienen uñas puntiagudas en todos los dedos de pies y manos, a excepción de los dedos gordos prensiles de los pies, que le permiten colgarse de las ramas.


Pasan su vida en los árboles de la selva tropical, y evitan bajar al suelo. Son nocturnos y durante el día se acurrucan en nidos con forma de bola que construyen con hojas y ramas. Los nidos tienen la apariencia de esferas cerradas con un único orificio de entrada, y están situados en las bifurcaciones de árboles grandes.
Apostado en las alturas, el aye-aye golpea los árboles con su largo tercer dedo y escucha el movimiento de las larvas de insectos que horadan la madera debajo de la corteza. Utiliza el mismo dedo para extraerlas, y también para sacar la pulpa de cocos y otras frutas que complementan su dieta insectívora.
Muchos indígenas de Madagascar creen que el aye-aye trae malos augurios. Por este motivo, a menudo los han matado nada más verlos. Esta caza y la destrucción de su hábitat han puesto en grave peligro al aye-aye. En la actualidad están protegidos por la ley.

Estado de conservación: Casi amenazado (UICN)

No hay comentarios:

Publicar un comentario