domingo, 30 de diciembre de 2012

Tortuga carey


La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) es una especie de tortuga marina de la familia de los quelónidos, que se halla en peligro crítico de extinción. Es la única especie del género Eretmochelys. Existen dos subespecies, Eretmochelys imbricata imbricata que se puede encontrar en el océano Atlántico y Eretmochelys imbricata bissa, localizada en la región indo-pacífica.
Su aspecto es similar al de otras tortugas marinas. Tiene un cuerpo plano, un caparazón protector, y sus extremidades en forma de aletas están adaptadas para nadar en mar abierto. E. imbricata se distingue fácilmente de otras tortugas marinas por su pico puntiagudo y curvo con una prominente mandíbula superior (tomium) y por los bordes en forma de sierra de su caparazón. 


Aunque la tortuga pasa parte de su vida en mar abierto, se la encuentra más frecuentemente en lagunas poco profundas y arrecifes de coral, donde encuentra fácilmente su presa preferida, las esponjas de mar. Algunas de las esponjas de las que se alimenta E. imbricata son conocidas por ser altamente tóxicas y letales para otros organismos por su alto contenido de óxido de silicio, lo que convierte a la tortuga carey en uno de los pocos animales capaces de alimentarse de organismos silíceos. También se alimentan de otros invertebrados, como tenóforos y medusas.
A causa de las prácticas de pesca humanas, las poblaciones de Eretmochelys imbricata a lo largo de todo el mundo se encuentran en serio peligro, por lo que ha sido clasificada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como especie en peligro crítico de extinción. Varios países, como China y Japón, las han cazado por su carne, considerada un manjar. Los caparazones de las carey y el material que los constituye (también llamado carey) ha sido empleado para la confección de objetos decorativos. Asimismo, se denomina carey, por extensión, al material del que se conforman los caparazones de otras tortugas marinas empleados en idéntica producción artesanal. Según el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas (CITES), la captura y el comercio de estas tortugas y sus productos derivados son ilegales en muchas naciones.


Estado de conservación: En peligro crítico (UICN)



No hay comentarios:

Publicar un comentario