La nutria marina (Enhydra lutris)
es una especie de mamífero carnívoro de la familia
de los mustélidos;
es la única especie existente del género
Enhydra. Habita en el Pacífico Norte,
desde el norte de Japón
hasta Baja California
en México.
Los adultos de esta especie pesan entre catorce
y cuarenta y cinco kilogramos,
siendo el más pesado de los mustélidos y al mismo tiempo uno de los mamíferos
marinos más pequeño. A diferencia de los otros mamíferos marinos,
esta especie tiene como principal forma de aislamiento una capa de pelaje excepcionalmente
gruesa, la más densa de todos los mamíferos. A pesar que puede salir a tierra
firme, la nutria marina vive casi exclusivamente en el mar. Habita cerca de las
costas donde se sumerge hasta el lecho marino para conseguir comida. Se
alimenta principalmente de invertebrados
marinos como erizos de mar,
moluscos, crustáceos y algunos peces. Sus hábitos
alimenticios son notables en varios aspectos. En primer lugar, el uso de rocas
para abrir los caparazones de algunas de sus presas la convierte en uno de los
pocos mamíferos que utiliza herramientas. Por otro lado, en la mayor parte de
su área de distribución, es una especie clave debido al
control que ejerce sobre la población de erizos de mar, los cuales de otra
forma ocasionarían un daño extenso a los ecosistemas de bosques de algas marinas. Su dieta
incluye peces de valor comercial para la industria pesquera, propiciando un
conflicto entre las nutrias marinas y los pescadores.
La población de la especie, fue diezmada
intensamente, a causa de su piel. Una prohibición internacional
de su caza, esfuerzos de conservación y programas de reintroducción han
contribuido al aumento de la población; la especie actualmente ocupa
aproximadamente una tercera parte de su área de distribución original. La
recuperación de la nutria marina se considera un hito importante en la
conservación marina, a pesar que la población de las islas Aleutianas y California recientemente
ha disminuido o se ha estancado en su crecimiento. Sin embargo, por varias
razones, entre ellas su gran vulnerabilidad a los derrames de
crudo, la especie permanece clasificada como en peligro de
extinción.
Para evitar que sean arrastradas por la deriva
las nutrias marinas suelen dormir sujetándose las manos.
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Estado de conservación: En peligro (UICN)
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