jueves, 4 de octubre de 2012

El fosa


El fosa o fossa (Cryptoprocta ferox) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Eupleridae. Es el carnívoro nativo más grande de Madagascar. A pesar de su gran parecido tanto físico como en costumbres con los cánidos y félidos, el fosa es en realidad un representante de los eupléridos. Dada la ausencia de otros mamíferos carnívoros en Madagascar, el fosa es el depredador dominante de la isla y principal cazador de los lémures después del hombre
No se debe confundir este animal con otro euplérido, cuyo nombre científico (Fossa fossana) puede llevar a equívocos.
Descripción
Las orejas son amplias y el morro menudo. El pelaje es corto, entre leonado y rojizo. 
El cuerpo es alargado, musculoso y ágil. Los fosas pueden correr a gran velocidad por el suelo y subirse a los árboles asombrosamente rápido, gracias al extraordinario agarre de sus patas desnudas y provistas de garras retráctiles (característica típica de los felinos). Incluso pueden saltar de un árbol a otro como si se tratasen de pequeñas ardillas, con lo que raramente dejan escapar a su presa. De hábitos nocturnos, se alimenta de lémures y aves, que a veces caza al vuelo. Cuando el fosa camina sobre el suelo, lo hace de forma plantígrada.
Habitan en los bosques secos del centro y oeste de Madagascar, donde los árboles están espaciados entre sí, dejando abundante vegetación herbácea y arbustiva entre ellos. Son animales solitarios y territoriales, que marcan su dominio gracias a las secreciones de potentes glándulas odoríferas.

Reproducción
A pesar de su menor tamaño, las hembras son territoriales al igual que los machos y son ellas las que deciden a que machos permiten aproximarse para reproducirse. En cualquier momento, la hembra desencantada puede retirarse, incluso en mitad del apareamiento. El número de crías varía en cada parto; éstas nacen desnudas y sin dientes, y dependen completamente de su madre hasta que cumplen un año de edad. Hacia los tres años maduran completamente y pueden reproducirse.
Relación con el hombre
En Madagascar, el fosa es considerado un animal casi diabólico. Circulan todo tipo de leyendas sobre él advirtiendo de su supuesto peligro para los humanos, desde que es capaz de adormecer a una persona lamiéndole la cara para luego arrancarle los intestinos, hasta su supuesta fijación por raptar bebés humanos. En las zonas rurales se le acusa de matar gallinas, patos y cerdos. Por ello, no son raras las batidas para acabar con algunos ejemplares, a pesar de que la especie está protegida por el gobierno de Madagascar. La caza, unida a la destrucción de su hábitat, ha reducido enormemente su población. Fue declarado vulnerable por la IUCN en 2008, y se estima que hoy en día deben de quedar menos de 2500 ejemplares en libertad, algo catastrófico debido a lo poco que se sabe aún de su biología y comportamiento en su medio natural.
Los fosas no son merecedores de la fama que tienen en Madagascar. Se acostumbran fácilmente a la vida en cautividad, donde se muestran dóciles y afectivos con sus dueños. En estado doméstico viven una media de 20 años.

Estado de conservación: Vulnerable (UICN)

No hay comentarios:

Publicar un comentario